El corazón que habla.
Tomando un café y pensando en la vida, recordando los procesos y repasando momentos, vivimos enero como ese mes de nuevas metas, queremos dejar atrás lo que nos duele pero la vida se encarga de recordarte que forma parte de ti.
Soy dislexica y tengo algún grado de daltonismo.
Me confundo muchísimo escribiendo y por lo visto me confundo en todo lo que rodea a mi vida.
Hace años, me imaginaba a estas alturas de la vida con un trabajo estable, una casa a mi nombre y con una semi perfección en algunas cositas de mi alrededor.
Pero la realidad es otra bien diferente, sigo buscando mi lugar en la vida, he enlazado tres depresiones de las que hago muchos esfuerzos por salir y todo aquello que soñaba solo se ha quedado en eso, un sueño.
No soy la única con dramas, pero si que me siento más sola de lo que nadie imagina. Busco abrazos para sentirme querida por que los abrazos que antes llenaban esos vacíos dejaron este mundo para llegar a su meta.
Imaginaba mi vida, decidiendo si comer en casa de mis padres y si yo tenía que llevar el pan o el postre, imaginaba sobremesas con las mil historias de siempre y las discusiones habituales familiares.
Ahora es como si viera a mi alrededor fotos de todo el mundo con esas circunstancias menos yo. (pero se que no es así )
De pequeña fui la rechazada, si jugaban al football y no le daba al balón, me sacaban del equipo. Si jugaba al mate y habían dos que elegían grupos, siempre quedaba para el final y por descarte me elegían a mi.
Si me gustaba un chico (esa maravillosa época preadolescente) ese chico aprovechaba el acercarse a mi para que yo le acercase a otra chica, así que no era correspondida.
No era habitualmente invitada a cumpleaños, y creí que eso sería solo parte de la niñez.
Aprendí a la fuerza (aun sigo en ello) que tanto tienes tanto vales.
No tengo ninguna carrera certificada, ni masters, ni nada que hable de mí como profesional a título objetivo.
Pero si que he estudiado y me he formado para ser organizadora de eventos y relaciones públicas con cursos.
Todos opinan y pocos saben la verdad del porqué de todo.
A día de hoy sigo sintiendo que soy esa misma niña fracasada sin futuro que ha formado una familia pero que a vista de una gran mayoría solo somos unos fracasados más.
Primero sufrí la depresión por acoso laboral, luego se añadió la post parto (a la que se le hace poco caso, por no decir ninguno) y luego un sinfín de acontecimientos de los que no he conseguido salir.
Siempre serán mi sombra.
Deseaba ver envejecer a mis padres, deseaba que mis hijas los pudieran disfrutar más.
Al final somos libros individuales con historias vividas y muchas que se están escribiendo. Somos sueños que luchan por ser hechos realidad y somos personas moldeadas por la vida y poco reconocidas.
Recuerdo perfectamente el dia que dijeron a mi padre que yo no serviría para nada porque la dislexia y el daltonismo me iban a impedir tener carrera.
Empecé a trabajar con 13 años por una situación muy difícil familiar, seguí estudiando y trabajando hasta los 17 años.
Me rendí cuando perdimos el negocio familiar y corría peligro todo lo que teníamos.
desde entonces, vi cerrar un negocio, vi y participe en rehipotecar la casa para salvar lo poco que teníamos y vi deteriorarse mi sueño cuando renuncié a estudiar para ayudar en casa.
Al final lo perdimos todo, incluido a mis padres.
A día de hoy sigo luchando porque creo que aun estoy a tiempo de hacer algo en mi vida,
Ojala algun dia pueda recompensar a todos aquellos que un dia me tendieron la mano.
A veces me pregunto qué hago yo aquí y recuerdo entonces las veces que mis padres me contaron que yo vine con un propósito a esta vida. Porque el que yo esté aquí es relativamente un milagro.
Aunque contra mi los vientos y aunque contra mi los mares aunque caigan las estrellas yo nunca dejare de amarte,
Aún dentro de todo sigo teniendo fé.
Si Dios conmigo, ¿quien contra mi?
Ojalá tú que me lees, recibas ese abrazo que me encanta dar.
No te rindas y lucha siempre porque la vida es un regalo.
Y recuerda, lo que te hace diferente es lo que hace bonito.
Que nada ni nadie contamine tu corazón.
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