Las de siempre.

Varias llamadas y unos pocos nervios después, te comienzas a preparar. Por fin va a suceder y es que os vais a volver a ver!!!

Las amigas de toda la vida, con las que prácticamente aprendiste a hablar.

Como era de esperar, vais tarde. 

Ropa, maquillaje, bolso preparado, niños cenados y el coche que espera. 

La noche no ha hecho mas que empezar. 

Al principio es raro, porque ha pasado mucho tiempo y aunque seguimos siendo nosotras, las conversaciones se van sucediendo, las risas nerviosas ya se notan mas sueltas, el GPS nos va indicando el camino y sin quererlo estamos llegando a una playa que formó parte de muchas de nuestras vivencias. 

Apenas habíamos reconocido el sitio, porque para nosotras aquel lugar la ultima vez que lo vimos, solo era campo, una casa como referencia y zona de camping. 

Nos disponemos a coger nuestra reserva para tres (aunque en realidad somos cuatro, pero ella vive un poco lejos en Australia nada menos)

Ahora si, vamos a ponernos al día. 

Y la noche se rodea de nuestras risas de fondo, sorpresas por historias que jamás habíamos contado, pequeñas muescas de tristeza y sensaciones varias. 

A nuestro alrededor estaba completo de gente, música en los altavoces y aun así habían momentos en que estábamos solas. 

Eran tres corazones que habían latido cerca siempre y que por primera vez en años, latían juntos exponiendo todo su ser y toda su verdad.

Tres almas casi al desnudo hablando de sus vidas como con pocos puedes hacer. 

Esa es la amistad incondicional, la amistad que te mira y no te juzga aunque el mundo lo hiciera, la amistad que escucha como te abres en canal y no deja de prestar atención por nada, esa amistad que te coge la mano y te abraza el alma mientras tu hablas y te preguntas: ¿Por qué nos hemos distanciado tanto?

Realmente, siempre hemos estado juntas, pero quizás no al nivel que necesitábamos. 

Sabíamos de nuestras vidas, nos hemos visto, incluso algún momento parecido al de esa noche ya había surgido, pero la dificultad de coincidir, la maternidad y la vida en si, había hecho mella. 

Nos une mas de lo que jamás hubiera podido imaginar. 

No sólo que nuestros padres ya se conocieran y su educación girase en una misma dirección, no solo que nuestra base de infancia tenga fotos iguales, no solo que todo nuestro entorno haya girado en direcciones tan parecidas que tengamos mas recuerdos juntas que por separado, sino que los aprendizajes que han marcado nuestros corazones y esos dolores que creímos sentir solas cuando nadie nos veía, también eran los mismos. 

Seguiremos brindando siempre por nuestra amistad, por lo bonito que aportamos a nosotras, por todo lo que nos ha dado la vida, por las circunstancias que nos han hecho ser quienes somos ahora. 

A veces queremos cambiar cosas del pasado y desearíamos volver a rehacer momentos y vivir de otra manera, pero, ¿hubiéramos estado juntas aun así?

Al final, me quedo como estoy y no cambio nada, por que vosotras ya sois parte de ese proceso y egoístamente, yo no os quiero perder. 

Os quiero siempre a mi lado.

 Aunque este momento tarde mucho en volver a suceder. 

💛💚💛

Dedicado a esas amigas que siempre fuimos.

Dedicado a las mujeres en las que nos hemos convertido y la niña interior que sigue en nosotras. 

Existe el milagro de la amistad, que nace en el corazón y nadie sabe donde ni como comienza pero la felicidad que conlleva siempre te levanta los ánimos y te das cuenta que esa amistad es el regalo mas bonito que nos ha dado el señor.