Conectando de Nuevo.  

A veces suceden cosas que nos obligan a desconectar para volver a conectar con nosotros mismos. 

La vida nos sacude hasta el extremo para que de alguna manera no perdamos la esencia que nos define.

Nunca jamas seré la misma persona de hace un par de años, siquiera la de hace un mes. 

En mi vida he atravesado unas series de circunstancias en los últimos 3 años y medio que han cambiado hasta esa parte del corazón que se queda oculta porque temes descubrir.Por fin puedo decir que soy organizadora de eventos y puedo demostrar eventos que han marcado un antes y un después en mi camino profesional, por fin puedo guardar y atesorar historias que son solo mías y de esos clientes que han confiado en mi, 

hablar mi experiencia y llorar sobre ella. 

A nivel profesional aun me queda mucho recorrido, pero siento esa sensación de que ya he avanzado y que ahora toca fijar mi imagen y seguir luchando por ese sueño que tantas veces plasmé en otras entradas del blog. 

Hace tres años mi figura de vida, mi madre, fallecía a causa de un infarto cerebral, el recuerdo de ese suceso esta marcado por una historia que habla de la primera quiebra emocional en nuestra familia.

Todo ha girado en torno a aquel dolor, aquel desgarro que comenzó a forjar a fuego mi latente corazón. 

Aquel día sentí que la conexión que había entre nosotras se quebraba y dejaba sin caparazón mi corazón y mi vida. 

Aquella noche antes de saber como realmente se iba a suceder todo, en mitad de la noche me desvele y sentí una angustia que jamas había sentido antes.

El hilo rojo del que tanto se habla, si que existe y esa noche se tenso entre nosotras, ella tiraba de el en cada parada para avisarme que se iba a marchar. Y así es como fue, yo en el salón de casa llorando a altas horas de la madrugada sintiendo que una parte de mi ya no estaba, no me hacia saber mas, mi madre vino a decirme adiós a través del calor que sentí cuando conseguí dormir. 

Con ella fuera de esta historia había que cuidar a mi padre que se había quedado viudo y con la sensación de no poder hacer nada. Lejos de ello, mis mañanas se convirtieron en miradas al vacío llenas de conversaciones sin palabras.  

De la manera mas triste pero siempre con la mejor sonrisa, ibamos avanzando hacia ese camino completamente desconocido. 

Vivir sin nuestra madre, sin sus consejos, su voz... solo el tiempo era testigo de todo lo que aquello costaba. 

Entre medios seguían mis sueños y la pandenia, algo que asustaba pero que a mi no me paraba.

Todo giraba en torno a estar con mi padre y sacarlo de esa sensación de fin del mundo. 

2021 estuvo marcado por viajes en ambulancia al Hospital 12 de octubre y otros tantos al hospital La Fe en valencia. 

Pruebas y mas pruebas para saber como avanzaba su enfermedad, fibrosis pulmonar con hipertensión pulmonar y trmbolismo pulmonar, tres enfermedades con las que luchar y pasar el duelo de la ausencia de nuestra madre... poca cosa, no?

Comenzaba sin saberlo una lucha que cambiaría toda nuestra vida.

Tres años de viajes, citas medicas, noticias dañinas,preguntas sin respuestas y respuestas sin sentido. 

Mientras todo esto ocurría, estábamos sufriendo la lucha continua por nuestra casa.

Largas charlas de abogados, escritos de disconformidad y dolorosamente una aceptación de la realidad. 

Después de luchar por lo poco que considerábamos nuestro, finalmente tuvimos que desistir y volver a empezar de cero.

Durante todo ese proceso yo nunca jamas solté la mano de mi padre. Sentía que era responsable de su bienestar y su dolor. 

Y en medio de mis avances profesionales yo aun seguía al cuidado de el.

hasta que un ultimo ingreso cargado de sorpresas se convirtió en una angustia donde no podíamos hacer nada.

Sin información durante 5 días, la única noticia que nos dan es que esta muy grave y hay que sedar.

la ultima foto de familia

Cargada de valentía fui buscando a quien había tomado esa decisión porque ese hombre era mi padre al que yo prometo cuidar, y no podía ser cierto que su estado de salud fuera tan extremo. 

No puedo explicar la rabia, la frustración, el dolor, el llanto... me estaban pidiendo dejar morir al hombre que mas valor tiene en mi vida, a la persona con la que yo sentía refugio y paz, mi padre mi todo.  

Y dije que NO porque el seguía hablando como siempre, seguía queriendo comer, estaba feliz y no merecía que nadie le robase ese momento. 

Conseguimos una habitación, un plato de puré y un poco de zumo. 

A pesar de mi negación, sabíamos que alago no iba mal. Y sin saberlo a ciencia cierta, el tiempo iba en contra nuestra.

Finalmente después de un día extraño lleno de despedidas, es noche me toco quedarme a mi y sin saberlo, era la noche de la despedida. 

Charlas, confidencias, piropos y pequeñas caricias sobre su cara, miradas llenas de palabras, sus ojitos que sabían que se iban, mi corazón que se quería marchar de mi pecho... después de una noche muy difícil la doctora me decía que no había nada que hacer, así que sin saber muy bien como, me acerque a el, acaricie su cabeza, su cara y cogí su mano:

Papa, eres la persona a la que mas amo, al que mas quiero y se que sin ti se acaba mi vida, pero tienes que descansar,  te van a ayudar a ello. 

Que mandona eres... me dijo el. 

Pude avisar a mis hermanos para que las horas fueran mas llevaderas. 

De una manera sorprendente nos pusimos alrededor de la cama, oramos por el y su cruce de meta de esta vida hasta la vida eterna. 

Decidimos cantar alabanzas que a el le gustaban, queríamos hacer de ese momento algo feliz. Lo pudimos abrazar y decirle todo lo el ha significado para nosotros y así en paz, lo vimos marchar. 

Quizás en otra ocasión pueda contar como fue esa noche pero sin duda este acontecimiento que ha sucedido en un plazo de tres años tres meses y tres días. Ha sido el detonante de los cambios a los que se que se dirija mi vida.

Tengo muchos capítulos nuevos que escribir . 

Todo sucede por algo, y yo necesito saber quien soy YO sin la sensación de cuidar a mis padres. Con la tontería estos años entre ser madre, esposa, hija... iba amoldando mi vida a mi verdadero yo. 

Y aunque amo todo esto, se que hay mas de mi para dar.

Comienza mi aventura