UN ATARDECER EN EL MAR MENOR.

Tengo el privilegio de haber nacido en una ciudad con puerto.

Como más de una vez he declarado, soy fan del mar y de su inmensidad infinita.

Atardecer Mar Menor

Cerca de donde vivo, contamos además de con el Mar Mediterráneo como lujo, de un mar o laguna salada, al que llamamos Mar Menor, es una belleza que a mi personalmente me tiene enamorada a mas no poder.

Lo veranos en sus playas, forman parte de mis recuerdos mas hermosos. Quedarme hasta que cae la noche y ser testigo del atardecer mas hermoso que mis ojos han podido ver. 

Es romántico, cálido y tierno. 💜

Tristemente no se ha cuidado como ese paraíso que es y la política ha terminado casi destrozando su vida, pero aún conserva su encanto especial, el que nadie puede igualar.

Recuerdo pasar tardes de verano con mis padres y demás familia, recuerdo tomarme un bocata de crema de cacao para merendar y ver como poco a poco el sol se iba alejando. Que tiernos recuerdos junto a esas aguas... 

Sentarse y observar esa imagen no tiene precio.

 Escuchar el susurro del mar, ver las gaviotas revolotear en busca de comida, abrir una lata de cerveza, observar a los niños jugar en la arena y sentir el cálido aire del verano empapado de esa olor a sal.

De fondo en esa maravillosa estampa se puede observar a familias enteras, parejas de enamorados, grupos de amigos... gente que acude a disfrutar de las pequeñas maravillas que en ocasiones pasan desapercibidas. 

Evento creado por mi junto al Mar Menor en Chiringuito Tres Calaveras.

En ocasiones hay música de fondo para hacer ese rato aun mas hermoso, los chiringuitos que dan vida al verano, acompañan las tardes mágicas y esos momentos donde comienzan a aflorar sentimientos.

Siendo una adolescente, recuerdo ir con un grupo enorme de amigos a las playas del mar menor, tendíamos nuestras toallas y las tardes se convertían en noche entre charlas, risas, el tonteo del chico que te gusta, esa amiga que te cuenta sus secretos... siempre había una guitarra y alguien arrancaba a cantar y esa noche sin darnos cuenta se convertía en día.

Me encanta meterme en mis recuerdos mientras atravesamos esta pandemia; Creo firmemente que nos dan vida y nos ayudan a enfrentarnos a esta cruda realidad.

Pero estoy segura de que todo eso volverá.

 Ya me puedo imaginar con mis niñas disfrutando del sol y de la sensación de abrigo del atardecer.

Puedo verme con mis amigos, puedo casi escuchar las risas y puedo casi limpiar las lagrimas de la felicidad que ese momento nos hará alcanzar.

No podemos dejarnos llevar ahora por la tristeza, aunque el sentir sea fuerte y las ganas sean escasas, hay que mirar con optimismo hacia adelante. Ser fuertes ahora, ser pacientes ahora. Nos toca demostrarnos a nosotros mismos que esto no acaba aquí y que cuando menos lo esperemos estaremos otra vez rodeados de risas y alegría.

Noche en San Pedro del Pinatar, Mar Menor.

No se tú, pero yo tengo unas ganas locas de sacar mis vestidos de verano, rociar mi piel de crema protectora y sentir el agua del mar como cubre mi cuerpo.

Quiero dejar mi mente volar frente a la puesta de sol y enfadarme porque hay arena por todas partes cuando vuelvo a casa😂😂😂

Se que todo va a estar bien, se que no todo será igual. 

Pero, sinceramente ... los que ya no están querrían vernos felices. 

Y mi homenaje mas especial a los que se han ido y se irán por culpa de este virus y otras muchas circunstancias, es sonreír y dedicarles mi primer atardecer de mi mar menor. 

Ya queda menos. 

Sigue conmigo y ¡ vamos a comernos al virus ! Vamos a demostrar que esto no nos va a frenar 💪 

Sueña despierto con ese momento, visualízalo y hazlo tuyo. 

Hoy se lo dedico a todos los que ya no están, a los que si están pero están pasándolo mal y a todos los que como yo, sacan fuerzas de donde no se imaginaban tener y luchan cada día por sonreír y llegar a una meta.

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Marta💛