Aquellos desconocidos 💖

Ella decidió apartar el tema amor de su vida pero el estaba al otro lado de la pantalla esperando verla aparecer... 

Totalmente desconocidos y con vidas similares, cada uno en una ciudad pero con el mismo Mar de compañeros.

Hace dieciséis años del comienzo de su historia y su llama🔥 arde cada día con mas intensidad a pesar de que muchos no apostaron por ellos.

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Estaba apenas empezando el otoño cuando una relación me había llevado a Valencia. 

Finalmente aquello no funcionó ... 

El día que me disponía a volver a mi ciudad, por cosas del destino me vi involucrada en un chat donde de normal se entraba a conocer a gente de la zona, pero la amiga que  acompañaba, realmente iba a espiar a su novio para saber si el ligaba con otras ... total, me iba de la ciudad y solo me quedaban unas horas allí, que mas daba ¡si no iba a conocer a nadie!

Pero de repente apareció el, un chico que iniciaba una conversación con esa chica que para esa ocasión uso un nombre falso, mi amiga paso de el y me dejó el ordenador para mi, me picó la curiosidad y decidí hablar un ratito con ese chaval... y el me pidió conocerme en persona 😐 y no se de donde salió el atrevimiento y dije que si.

Sin saber como, nos habíamos dado los teléfonos y habíamos quedado justo al lado de donde yo estaba, cuando me dirigía a ese lugar me entro miedo.

¿Cómo había hecho eso? 

Pero... ¡¡si no lo conoces de nada!! 

Empecé ha hablar conmigo misma y recordé que tenia su teléfono, así que me armé de valor y llamé para anular ese encuentro.

Has hecho lo correcto, no debes confiar en nadie... las historias que se conocen de esos temas no acaban bien...

Seguía convenciéndome de que era lo mejor, pero algo dentro de mi no se quedo bien.

Aquello quedó como una anécdota que no quise contar a nadie, encontré trabajo en mi ciudad y me olvidé del tema, hasta que un día pasados unos meses sonó el teléfono.

¿Hola?

Hola, ¿Laura?

.... mmm no, 

Perdona, me habré equivocado,

No, no te has equivocado, Laura es el nombre que utilicé en aquel chat. Eres aquel chico de Valencia... perdóname ...

¿Qué narices hago pidiendo perdón? ... me decia a mi misma

Entonces, si empezaste mintiendo ...

No, no te enfades por favor, déjame volver a empezar...

Y ahí, en ese instante deje que mi instinto saliera de mi y fuese un poco aventurero... 

Aquello empezó con mensajes, llamadas de rutina y llamadas interminables... 

Había algo que me hacia desear coger el teléfono, deseaba que sonase para escuchar su voz... no sabia como era, no tenia ni idea de si sus ojos eran verdes, azules o marrones... pero su voz... esa voz me daba paz y me llamaba a confiar.

Poco a poco se convirtió en algo normal y cada día más intenso y un día surgió la oportunidad de volver a Valencia, iba a visitar a un familiar y lo llamé le dije si quería que nos conociésemos en persona y no dudo en soltar un SI que creo que se escuchó mas fuerte que el rugir de las olas de nuestro Mar.

Realmente no pensé en ello mientras iba de camino, convencí al grupo con el que iba de que fuésemos al lugar donde podíamos vernos y una vez allí toco llamada para decir que llevábamos puesto y donde exactamente podíamos vernos... los nervios brotaban en mi, estaba a punto de ver en persona a esa voz que tanto me gustaba.

No te veo, donde estas... a ver... no, yo llevo el pelo suelto y rizado... si, llevo chaqueta blanca... 

Pasaba el rato y no conseguíamos vernos... de repente, entre la gente, lo vi pasar.

No fui capaz de llamarlo, me quedé paralizada. Me salía una sonrisa tonta que no entendía y empecé a sudar en pleno febrero y con una temperatura baja... 

¿Qué me estaba pasando?

De repente volví en si al escuchar el teléfono, era el.

A ver, voy a estar en la escultura de los cigarros... ya no me muevo mas. Te espero.

Así que empecé a buscarla, localice el sitio y con paso firme me empecé a acercar, y ahí estaba el. Mirándome fijamente y sin despegar el teléfono de la oreja, me fui acercando hasta estar frente a frente... mi respiración se estaba calmando y solo sabia sonreír.

Espabila ... háblale! 

Me decía a mi misma...

Fué un flechazo por parte de los dos... no se por que solo quería abrazarlo, solo quería hablar con el ...  Desde ese día supe que me había enamorado y que los prototipos se quedan en eso, prototipos.

El amor no se busca, el amor nace desde lo mas profundo y acaba rompiendo tus esquemas. 

Mes y medio mas tarde de aquello, comenzamos una relación y dos años mas tarde decidimos dar el paso mas bonito. 

Casi catorce años después y dos hijas, seguimos sumando momentos y seguimos luchando por los sueños comunes y los personales.

Llegar hasta aquí no ha sido fácil, por que el amor se trabaja y es cosa de dos. Hay que aprender a ceder y a dar a partes iguales, hay que saber priorizar y ser uno mismo sin eclipsar al otro. Hay que avanzar y unificar fuerzas y ganas. 

Muchas personas creyeron que no sabíamos que estábamos haciendo, éramos dos jóvenes con una vida recorrida y una madurez adquirida por diferentes motivos.

La pandemia nos ha golpeado a nivel laboral y no es fácil en ocasiones sobrellevar el sentimiento de frustración que te crea el que todo haya cambiado y cueste avanzar.

Pero el día que dijimos el si quiero, ese día prometimos estar en las buenas y las no tan buenas, ese día prometimos luchar juntos, ese día prometimos salir adelante siempre de la mano... y aquí estamos.

No voy a dar lecciones de amor, no vengo a presumir de nada... vengo a decirte que si tienes que luchar por algo, y tienes alguien que te apoya, sujétate a ese apoyo y ¡¡tira a por todas!! 

Yo no creo en el amor de película, sino que lo vivo, lo alimento y lo hago crecer. 

El amor no te hace ser diferente, te hace ser tú pero en versión mejorada.

Y si no eres tú, si no eres feliz y no crece contigo... déjame decirte que eso no es amor.

Vive el aquí y el ahora, por que lo que tenga que ser para ti, lo será.

Con el cariño de siempre y la alegría de compartir otro trocito de mi:

Marta💛

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y por supuesto en mi blog. 

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