MIRANDO AL MAR. 

 Me puedo pasar horas mirando al mar...

¿Vosotros tenéis ese lugar que os deja desconectar y hablar con vuestro interior?

Yo me siento afortunada de vivir en una ciudad portuaria y con muchas playas, desde bien pequeña el mar me ha dado sensación de paz y de respeto.

Cuando algo me pone nerviosa voy a ver el mar, cuando tengo que tomar una decisión voy a ver el mar, cuando quiero desconectar voy a ver el mar...

Este verano pasado, habían restricciones para todo, incluso para pasear por la orilla del mar. Entiendo que por precaución era necesario usar la mascarilla pero a ciertas horas podías aprovechar la baja afluencia de gente y pasear libremente dejando que el agua del mar acariciase los pies (bendita sensación). 

Recuerdo pasear y dejar volar mi mente, intentaba encajar toda esta nueva realidad que llegó para privarnos de nuestra vida. Pensaba en todos los planes que yo tenia para este año pensaba en todo el dolor que esto estaba haciendo y en como sería el día que todo llegue a su fin. 

Me imaginaba ese día como una sensación de aire fresco, me imaginaba a la gente feliz abrazándose otra vez, me imaginaba fiestas, conciertos, ferias, bailes en la calle... Podía imaginarme a los niños jugando y las familias celebrando el fin de la pandemia.

Una vez mas me veo acudiendo a mi lugar de escape, vuelvo al mar.  

Querido Mar Mediterráneo, estoy embelesada en tu belleza, siento que soy super pequeña a tu lado, siento que te conozco y  la vez siento que aun me queda mucho por conocer de ti. Gracias por ser mi fuente de inspiración y mi paño de lagrimas secretas, he perdido la cuenta de las veces que me he sentado frente a tu inmensidad y he dejado pasar las horas imaginando las miles de historias que tu has visto.

Durante cientos de años, querido Mar, tu has visto y has acariciado mi ciudad, generaciones de mi familia que ni yo conozco te han contemplado. Podrán pasar mil años mas y tu seguirás ahí mientras todos los que ahora te vemos ya no estaremos.

Me has regalado vistas que se quedaran siempre en mi retina, puestas de sol mágicas, amaneceres de ensueño y veranos de locura.

También eres el cementerio mas grande que hay. Nadie sabe a ciencia cierta las vidas que se habrán perdido en ti. Cuando me siento a perderme en tu color azul, suelo pensar en las vidas que se que se van contigo y de alguna manera forman parte de ti...

Este año es duro, muy muy duro, quiero que se acabe y a la vez no quiero que se acabe, siento que si se va se va a llevar los últimos meses de vida de mi madre... a la misma vez necesito que se vaya y se lleve ya estos meses de incertidumbre, no tengo grandes esperanzas en 2021 pero se que no va a sorprendernos tanto como este año (al menos eso quiero pensar) pero de algo estoy segura y es que mi querido Mar seguirá ahí esperando compartir sus olas con mis pensamientos.

No pierdo la fe ni la esperanza de que algo bueno sucederá en las vidas de las personas, creo firmemente que nuestro dolor de ahora dará paso a nuevas experiencias y nuevas maneras de ver la vida. 

Amo la vida, amo vivir y amo soñar.

Feliz fin de semana.

Marta.